martes, 22 de mayo de 2012

Toledo y yo 4

El río.

Otra cosa no, pero si hay algo que dió, da y ha dado vida a las ciudades, son los río. El mío es el Tajo. Y digo mío porque así lo siento. Es otro de los lugares a los que se puede acudir a pensar. Él siempre escucha, nunca opone resistencia, y se lleva tus malos pensamientos, sentimientos y palabras con la corriente. Hace que los malos momentos huyan por su cauce con la velocidad del agua. 
El mejor sitio para pensar en este río es justo en este salto de agua que se ve en la foto. Tras un rato de bajada por la escarpada ladera, se llega a un sitio recogido junto a la planta hidroeléctrica. Aquí es donde se siente toda la energía que el río tiene, donde te sientes pequeña, y donde puedes confiarle todas tus frustraciones.

A veces se vuelve iracundo y se queda con algunos que no saben cómo tratar con él. Todo el mundo tiene derecho a pasar por un mal momento. 

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